En
Chicago tenemos dos ejemplos de como una
obra puede enriquecer el entorno y hacer que éste no se vea dañado, como suele
ser habitual, sino que se convierta en un elemento indispensable en la panorámica
de la ciudad. Esta es una muestra de la aleación perfecta de una obra de arte urbano con el
entorno: Cloud Gate & The Crown Fountain. Además podemos disfrutar de algunas de las joyas arquitectónicas de Frank Lloyd Wright. Vean...
Anish Kapoor
No soy muy de escultura. Siempre he sido más de arquitectura,
artes decorativas, pintura, grabado, estampación,… pero conocí su obra hace
un tiempo en una exposición en la Royal Academy of Arts de Londres y quedé tan
impactada que lo hice mío y ahora forma parte de mis best.
Para mí Chicago no es la tierra de gánster y ley seca, para
mí Chicago es “Cloud Gate” (Puerta de Nube) en el Millennium Park. Tenía tantas
ganas de verme reflejada en esa habichuela gigante que por un momento dejó de
interesarme todo lo demás (por un momento).
Jaume Plensa
The Crown Fountain, también en Millennium Park y con sabor español.
Se trata de una construcción con dos esculturas recubiertas con una pantalla de
LED con rostros de ciudadanos anónimos de Chicago los cuales van cambiando de
expresión. El agua cae por la boca a un estanque que hay entre ambas
esculturas. Como no, el estanque estaba helado.
Frank Lloyd Wright
Finales del S. XIX, principios del S. XX… ya sabéis que
siento predilección... El panorama
arquitectónico americano de este periodo no hubiese sido el mismo sin la figura
de Frank Lloyd Wright y su “equilibrio orgánico”. Su casa-estudio y el Unity
Temple en Oak Park son una muestra de su legado.
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