Si hay algo alucinante en Zadar es su órgano marino. A primera vista te
encuentras ante unos escalones que bajan hasta el mar, hasta que descubres que
esa melodía marina que te envuelve proviene de unos pequeños orificios tallados
en ellos. Este órgano es obra del arquitecto croata Nikola Bašić y, para su
construcción, utilizó piedra blanca de la isla de Brac ¿Sabéis que es la misma
piedra con la que fue construida la Casa Blanca? Pues bien, está formado por 35
tubos que producen la melodía en función de los golpes que el mar produce
contra él por lo que la melodía siempre es única e irrepetible. También se dice
que su sonido es muy parecido al que
emiten las ballenas para su apareamiento y que tal afrodisíaca melodía las
atrae hacia la costa ¿No es alucinante?