Pequeña ruta por Dubuque,
Galena y Mt. Carroll en el estado de
Illinois. ¿Os gusta el estilo Victoriano? Pues esta es una opción perfecta para
disfrutar del esplendor americano del siglo XIX. Siempre dejo el apartado Bed
& Food para el final pero, esta vez, el alojamiento se convierte en la
estrella indiscutible.
Llegamos tarde, horas después de anochecer, nieve,
frío. Una pequeña mansión en reforma, con pequeños andamios en la
fachada y un par de ventanas plastificadas. Un timbre que no suena, una
preciosa lámpara en el porche deslucida por la gran tela de araña que apenas dejaba traspasar la luz. Impacientes
por ver nuestra habitación y esperanzados en que la distancia entre las
imágenes que nos avocaron a elegir ese preciso hotel y la decepcionante realidad vivida
en alguna otra ocasión no superase el fatídico límite del “mañanacuandomedespiertesaldrédeaquípitandosinmiraratrás”.
Abre la puerta su dueño e inmediatamente nos invita a conocer la casa la cual mantiene todos sus elementos originales y… nuestra habitación. Si fuese emocionalmente sensible, hubiese llorado hasta el agotamiento pero no, simplemente nos miramos y dejamos que nuestros pensamientos se cruzasen en el aire: esto no es real; sí, esto es real y es nuestra maravillosa realidad hasta que amanezca.
Os invito a mi morada por un día; os invito a escuchar esta canción que no deja de sonar en mi cabeza, que gracias a otra fantástica casa fue descubierta y que me recuerda tanto a ella.
Abre la puerta su dueño e inmediatamente nos invita a conocer la casa la cual mantiene todos sus elementos originales y… nuestra habitación. Si fuese emocionalmente sensible, hubiese llorado hasta el agotamiento pero no, simplemente nos miramos y dejamos que nuestros pensamientos se cruzasen en el aire: esto no es real; sí, esto es real y es nuestra maravillosa realidad hasta que amanezca.
Os invito a mi morada por un día; os invito a escuchar esta canción que no deja de sonar en mi cabeza, que gracias a otra fantástica casa fue descubierta y que me recuerda tanto a ella.
Richard’s
House: la casa de las lámparas
Al tratarse de un B&B el
ambiente es agradablemente acogedor. Las zonas comunes son disfrutadas tanto
por sus dueños, como por sus huéspedes e incluso habían preparado deliciosos pasteles
(pies) para quien quisiera tomar algo a
media noche. Cuando los vi les dije –luego ajustaremos cuentas- pero, una vez
en mi habitación, olvidé por completo mi cita con tan dulces amigos así que,
hasta el desayuno no volví a verles el glasé.
Galena & Mt. Carroll