27 feb 2012

▪ Milwaukee & Santiago Calatrava ▪

Milwaukee. He estado un rato pensando si poner primero la ciudad o The Quadracci Pavilion, obra del valenciano Santiago Calatrava. Al final, por orden de llegada (o de helada).










Tomemos un descanso. No sé como me las arreglo pero siempre me tropiezo con locales de los que luego no quiero salir.
 
Waterfront Deli







Ahora viene lo bueno. Que poco nos queremos algunas veces. Nos volvemos loquitos con las creaciones forasteras, con el arte del más allá, y pocas veces valoramos la capacidad y el poderío de lo nuestro. Santiago Calatrava es un arquitecto y escultor valenciano sujeto siempre a polémica por la calidad y lo poco prácticos que resultan sus construcciones y espacios. No obstante, nadie puede negar el impacto visual que suponen sus edificios. Yo también quedé impactada con éste.













Ah, y no olviden dejar la pistola fuera en los edificios públicos


23 feb 2012

▪ Victorian essence ▪

Pequeña ruta por Dubuque, Galena  y Mt. Carroll en el estado de Illinois. ¿Os gusta el estilo Victoriano? Pues esta es una opción perfecta para disfrutar del esplendor americano del siglo XIX. Siempre dejo el apartado Bed & Food para el final pero, esta vez, el alojamiento se convierte en la estrella indiscutible.
Llegamos tarde, horas después de anochecer, nieve, frío. Una pequeña mansión en reforma, con pequeños andamios en la fachada y un par de ventanas plastificadas. Un timbre que no suena, una preciosa lámpara en el porche deslucida por la gran tela de  araña que apenas dejaba traspasar la luz. Impacientes por ver nuestra habitación y esperanzados en que la distancia entre las imágenes que nos avocaron a elegir ese preciso hotel y la decepcionante realidad vivida en alguna otra ocasión no superase el fatídico límite del “mañanacuandomedespiertesaldrédeaquípitandosinmiraratrás”.

Abre la puerta su dueño e inmediatamente nos invita a conocer la casa la cual mantiene todos sus elementos originales y… nuestra habitación. Si fuese emocionalmente sensible, hubiese llorado hasta el agotamiento pero no, simplemente nos miramos y dejamos que nuestros pensamientos se cruzasen en el aire: esto no es real; sí, esto es real y es nuestra maravillosa realidad hasta que amanezca.

Os invito a mi morada por un día; os invito a escuchar esta canción que no deja de sonar en mi cabeza, que gracias a otra fantástica casa fue descubierta y que me recuerda tanto a ella.

Richard’s House: la casa de las lámparas












Al tratarse de un B&B el ambiente es agradablemente acogedor. Las zonas comunes son disfrutadas tanto por sus dueños, como por sus huéspedes e incluso habían preparado deliciosos pasteles (pies) para quien quisiera tomar algo a media noche. Cuando los vi les dije –luego ajustaremos cuentas- pero, una vez en mi habitación, olvidé por completo mi cita con tan dulces amigos así que, hasta el desayuno no volví a verles el glasé.



Galena & Mt. Carroll