27 jul 2011

▪ Leipzig & Dresden ▪

Al sur de Berlín, Leipzig y Dresden nos recuerdan que el paso del tiempo no tiene porque desterrar el encanto que, sobreviviendo a guerras y contiendas, han tenido estas dos ciudades. Una vez más se respeta el legado a la vez que se abre paso la modernidad pero siempre mantenidendo ese encanto Sajón que las hace tan acogedoras.

Leipzig














Dresden























19 jul 2011

▪ Berlín: the wall, Tacheles & more ▪

Más allá de la fusión arquitectónica entre lo que quedó y las más modernas construcciones, Berlín ha sabido echarse a la calle y sacar el arte de paseo. Las calles se nutren de numerosos escenarios en los que prima la diversidad de expresiones y movimientos artísticos, pequeños espacios desbordados de creatividad y ese toque tan alemán, tan acogedor y tan distante a la estética "de secano" a la que muchos de nosotros estamos acostumbrados.























Así luce de coqueta la calle más conocida de Berlín, Kurfürstendamm, que celebra este año su 125 añiversario.



Llama la atención la forma en que cuidan cada rincón, así como las ideas tan originales y prácticas al mismo tiempo. En esta ocasión me llamó la atención ver a la entrada de muchos establecimientos (en este caso una peluquería) como se las ingeniaban para habilitar un espacio para fumadores. Es una magnífica forma de acabar con esa imagen tan poco glamurosa de los corrillos de fumadores en la puerta de la oficina y demás lugares públicos.



Otra cosa que me encanta de Alemania, en general, es la forma en que los cafés y restaurantes decoran sus terrazas. Tan sencillas, con sus mesas y sillas de madera, con sus florecillas... Claro, luego llegas aquí y te encuentras con la mesa y las sillas de plástico insoladas que regala la cerveza o refresco de turno; impulsando una vez más la sosería.



Más de lo mismo: sencillez y creatividad



La musa de los carteles publicitarios de ofertas, de productos agrícolas con nombres absurdos y de promociones inmobiliarias.



Piedras para tropezar. El artista Gunter Demnig recuerda con su obra a las personas que fueron deportadas y asesinadas  durante el Holocausto. Éstas se encuentran frente al último domicilio conocido de las víctimas.
Más información en Goethe Institut.